Nelson, en su extraña y rara forma de ser, sentado siempre al final de todo, lejano del mundo; sus compañeros siempre temerosos de su forma de actuar, preguntándose ¿Por qué es siempre así su actitud?; esa, su forma de ser lo separaba de todos.
Sus extraños gustos, sus aficiones no muy conocidas, nunca supo lo que le esperó; sentado un día en la banca de su cuarto, esperando que la vida pase, nunca se dio cuenta de que algo se encendía; salió corriendo esperando salvarse, pero ya era tarde, murió ardiendo en la llama intensa de su soledad
"NEL"
Muy poético Nel o querido Sergio. Tu llama poética está prendiéndose, eso es importante.
ResponderEliminarTe puse en mi lista de blogs.
Un abrazo... Ah y recuerda ESPOLI campeón